El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó que su país atacó el domingo en el Océano Pacífico oriental dos presuntas embarcaciones que transportaban droga, matando a seis personas a bordo, mientras aumentan los llamados para que se investiguen los ataques.
Estados Unidos ha llevado a cabo más de una docena de ataques desde septiembre contra embarcaciones cerca de la costa venezolana y, más recientemente, en la zona oriental del océano Pacífico, matando a más de 70 personas, según Hegseth, mientras intensifica su despliegue militar en el mar Caribe.
La administración Trump justifica estas acciones como parte de una guerra contra el narcotráfico marítimo, en la que los cárteles son considerados “narco-terroristas” y tratados como combatientes ilegales. Hegseth declaró que estas embarcaciones “llevaban narcóticos” y se movían por rutas que Washington considera estratégicas para el envío de drogas hacia Estados Unidos.
Estos operativos se enmarcan en un despliegue naval cada vez más amplio por parte de EE.UU. en aguas del sur del Caribe y el Pacífico, que incluye buques, aviones de combate y unidades de reconocimiento marítimo.
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El jefe de derechos humanos de Naciones Unidas calificó de inaceptables los ataques estadounidenses contra presuntos narcotraficantes y como una violación de la legislación internacional sobre derechos humanos. Venezuela dice que son ilegales, equivalen a asesinatos y son una agresión contra el país soberano sudamericano.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a su par estadounidense, Donald Trump, de tratar de derrocar a su gobierno, una acusación a la que el segundo ha restado importancia pese a los informes sobre el estrecho contacto de la administración con la oposición de Venezuela.
