El Cairo, Egipto.– Tres turistas fueron arrestados luego de intentar tomarse fotografías desnudos cerca de la Gran Pirámide de Guiza, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Las autoridades egipcias informaron que los visitantes violaron la ley de moral pública, que prohíbe expresamente este tipo de conductas en sitios arqueológicos y religiosos.
De acuerdo con medios internacionales, entre ellos Antena 3 Noticias, los turistas buscaban replicar una tendencia viral en redes sociales en la que los participantes desafían normas locales mediante actos considerados ofensivos. En Egipto, estos comportamientos pueden derivar en multas elevadas o incluso penas de prisión, dependiendo de la gravedad del caso.
Las autoridades egipcias señalaron que el incidente fue detectado por cámaras de seguridad y personal del sitio arqueológico, quienes de inmediato notificaron a la policía turística. Los detenidos fueron puestos a disposición de la fiscalía, que determinará su situación legal en los próximos días.
Antecedentes de casos similares
Este tipo de acciones no es nuevo en Egipto. En 2018, una pareja fue grabada escalando una de las pirámides para desnudarse en la cima, generando indignación internacional. Un año antes, una modelo belga también fue sancionada tras posar sin ropa frente al complejo arqueológico, mientras que en 2015 un joven alemán fue arrestado y expulsado del país por escalar una de las estructuras milenarias.
A raíz de esos incidentes, el gobierno egipcio endureció sus leyes en 2020, estableciendo penas de hasta un mes de cárcel y multas de 10 000 libras egipcias (unos 540 dólares) para quienes escalen las pirámides o cometan actos considerados indecentes en su interior o alrededores.
Protección del patrimonio
Las autoridades recordaron que las Pirámides de Guiza son monumentos protegidos por la UNESCO y que este tipo de actos atenta contra el valor cultural, histórico y religioso del sitio. El Ministerio de Turismo egipcio reiteró su compromiso de reforzar la seguridad en los principales destinos arqueológicos del país para prevenir acciones irrespetuosas y preservar el legado del Antiguo Egipto.
Con este nuevo caso, Egipto vuelve a enviar un mensaje claro: la Gran Pirámide y su entorno son espacios sagrados, no escenarios para desafíos virales.