Las fuerzas armadas de Estados Unidos llevaron a cabo un nuevo ataque contra una embarcación en el mar Caribe, dejando un saldo de tres personas muertas, en lo que representa la más reciente acción dentro de su ofensiva marítima contra presuntos grupos vinculados al narcotráfico.
De acuerdo con el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, el ataque se realizó en aguas internacionales y la embarcación destruida habría pertenecido a una “organización terrorista designada”. Sin embargo, las autoridades norteamericanas no han presentado pruebas públicas que respalden esta afirmación ni detalles sobre la identidad de las víctimas.
El operativo se suma a una serie de incursiones similares que el Pentágono ha ejecutado en los últimos meses. Desde septiembre de 2025, Estados Unidos ha destruido al menos 18 embarcaciones en la región del Caribe y el Pacífico oriental, acciones que han dejado más de 70 muertos, según reportes de medios internacionales.
En redes sociales, el propio Hegseth compartió un video del ataque, donde se observa la explosión de una lancha rápida en alta mar. El funcionario aseguró que estas operaciones buscan frenar el tráfico de drogas y “neutralizar amenazas transnacionales”.
Diversos gobiernos latinoamericanos y organizaciones humanitarias han manifestado preocupación por la falta de transparencia y la posible violación al derecho internacional en este tipo de acciones.
La organización Human Rights Watch señaló que algunos de estos ataques podrían considerarse ejecuciones extrajudiciales, al no existir evidencia pública ni procesos judiciales que justifiquen el uso letal de la fuerza en aguas internacionales.
En tanto, países del Caribe y de América del Sur han solicitado explicaciones a Washington sobre la jurisdicción y las pruebas que sustentan las operaciones. Venezuela calificó las acciones como una “agresión unilateral” y exigió a la comunidad internacional mayor vigilancia sobre estas intervenciones militares.
