El emblemático Museo del Louvre, en París, vuelve a ser el centro de atención mundial tras confirmarse la detención de cinco personas más relacionadas con el robo de las joyas de la corona francesa, ocurrido el pasado 19 de octubre. Con estos arrestos, ya son siete los sospechosos bajo custodia, mientras las autoridades continúan con la búsqueda de las piezas robadas, valuadas en más de 100 millones de dólares.
De acuerdo con la Fiscalía de París, los operativos se realizaron la noche del miércoles en varios puntos de la capital y en sus suburbios, entre ellos Seine-Saint-Denis, una zona conocida por su actividad criminal. Uno de los detenidos habría sido identificado gracias a restos de ADN encontrados en la escena del crimen, lo que reforzaría su vínculo directo con el asalto.
“Estas joyas ahora son invendibles. Cualquier intento de comercializarlas sería considerado encubrimiento de bienes robados”, señaló la fiscal Laure Beccuau en conferencia de prensa.
El atraco, que ha sido calificado como uno de los más osados de la última década en Europa, se llevó a cabo en apenas ocho minutos. Un grupo de asaltantes utilizó un camión con plataforma elevadora para acceder por una ventana del primer piso del museo y forzó las vitrinas donde se exhibían las joyas pertenecientes a la realeza francesa.
Entre las piezas sustraídas se encuentran una corona, un diadema y varios broches engastados con diamantes, perlas y esmeraldas, pertenecientes en su mayoría a la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Hasta el momento, ninguno de los objetos ha sido recuperado.
El Ministerio del Interior francés confirmó que los investigadores trabajan para localizar a los líderes de la banda, ya que se sospecha que el robo fue planeado con meses de anticipación y contó con apoyo logístico interno.
Asimismo, se reconocieron deficiencias en el sistema de seguridad del museo, entre ellas cámaras con mantenimiento atrasado y una red de vigilancia insuficiente en algunas salas históricas. El gobierno francés ordenó una revisión total de los protocolos de seguridad en el Louvre y en otros museos nacionales.
El robo de las joyas de la corona no solo ha conmocionado a Francia, sino también a la comunidad internacional del arte. Las autoridades temen que las piezas hayan sido trasladadas al extranjero o que intenten desmantelarlas para extraer las gemas.
Mientras tanto, la Fiscalía de París reiteró que la investigación continúa abierta y que no se descartan nuevas detenciones en los próximos días.