Tragedia en Río de Janeiro: 132 muertos deja el operativo policial más letal en la historia de Brasil

Brasil vive uno de los episodios más sangrientos de su historia reciente. Un operativo policial en las favelas de Complexo do Alemão y Penha, en la zona norte de Río de Janeiro, dejó un saldo de al menos 132 personas muertas, según datos de la Defensoría Pública del Estado y organismos independientes.

El despliegue, dirigido contra integrantes del grupo criminal Comando Vermelho (CV), ha sido calificado como la operación más letal jamás registrada en el país, superando incluso los niveles de violencia de las incursiones anteriores en comunidades marginales.

La acción comenzó en la madrugada del martes, cuando más de 2 500 agentes de la policía militar y civil ingresaron simultáneamente a los complejos de favelas, con el objetivo de detener a líderes del CV y desmantelar redes de narcotráfico y tráfico de armas.

De acuerdo con reportes de medios locales, el enfrentamiento se prolongó por más de 12 horas. Las autoridades aseguran haber incautado armamento pesado, drogas y vehículos, mientras que entre los fallecidos se cuentan al menos cuatro agentes policiales.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos denuncian que gran parte de las muertes podrían haber sido ejecuciones extrajudiciales, pues varios cuerpos fueron encontrados con signos de disparos a corta distancia y sin armas cerca.

El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, defendió la operación, afirmando que “era necesaria para recuperar el control de territorios tomados por el crimen organizado”.


Por su parte, la ONU y Amnistía Internacional condenaron el operativo y pidieron una investigación independiente, señalando que “el uso excesivo de la fuerza no puede justificar la masacre de comunidades enteras”.

Vecinos de las favelas denunciaron que hubo casas allanadas sin orden judicial, desapariciones y bloqueos de ambulancias, lo que agravó la emergencia humanitaria.

El Comando Vermelho, fundado en la década de 1970 en las cárceles de Brasil, es la organización criminal más poderosa del país, con fuerte presencia en Río de Janeiro y vínculos internacionales en el tráfico de drogas.

A lo largo de los años, los operativos en su contra han sido frecuentes, pero nunca con un saldo tan devastador. Analistas señalan que este tipo de acciones, lejos de resolver el problema estructural, profundizan el ciclo de violencia en las comunidades marginadas.