Estos artículos son fáciles de conseguir y constituyen un delito cibernético.
Encarnar a Lionel Messi o a Cristiano Ronaldo es posible gracias a unas nuevas máscaras hiperrealistas, que se han hecho virales en Instagram y en TikTok, pero también representan un nuevo riesgo de seguridad y privacidad para generar contenido que confunda a los usuarios.
Estos artículos se pueden comprar en línea y conseguir con facilidad, lo que aumenta aún más los riesgos, teniendo en cuenta que las máscaras adaptan los rasgos faciales de los personajes y su tono de piel.
El boom de estas máscaras nació de un emprendimiento en Chile de Julio e Ignacio, quienes decidieron lanzar un negocio dedicado a productos llamativos. En octubre, mientras preparaban su inventario para Halloween, descubrieron que las máscaras realistas tenían un gran atractivo entre sus clientes.

Inspirados, optaron por fabricar modelos que emulaban los rostros de figuras reconocidas, incluyendo celebridades internacionales como Kanye West y Lionel Messi, y figuras locales en Chile como los futbolistas Arturo Vidal y Carlos Palacios, o los artistas urbanos Pailita y Gino Mella.
Según explicaron a ADN, un medio local, la idea surgió tras identificar una tendencia similar en otros mercados y mejorar el diseño para adaptarlo al público chileno. “Las mandamos a fabricar afuera con ciertas especificaciones para que destacaran más en realismo”, señalaron.
Las máscaras, disponibles en su tienda en línea, tienen un precio promedio de 7.000 pesos chilenos (7 dólares) y están diseñadas, según los emprendedores, para “actuaciones, fiestas de disfraces y clubes de fans”. La popularidad de ciertos modelos ha coincidido con eventos culturales relevantes, como el campeonato reciente ganado por el club Colo Colo, lo que disparó las ventas de la máscara de Arturo Vidal.
Aunque estos artículos han tenido éxito comercial, su diseño y resultado representa un riesgo de seguridad, ya que estas máscaras podrían facilitar la suplantación de identidad y los fraudes. Esto se da principalmente porque al usarlas con ropa común, como abrigos con capucha o, una persona podría pasar desapercibida en espacios públicos o al ser captada por cámaras de seguridad.

Más allá de tener la opción de suplantar la identidad de Messi o Cristiano Ronaldo para crear una imagen o un contenido falso, es posible pensar que el rostro de cualquier persona llegue a este tipo de producto y su identidad quede vulnerada.
Sus fabricantes aseguran que sus productos están diseñados exclusivamente para fines recreativos y artísticos y, para mitigar los riesgos, han incluido una cláusula en su página web que prohíbe el uso de las máscaras en actividades ilegales.
“No creemos que se utilicen con fines delictivos porque la visibilidad no es tan clara y, además, en persona se nota de inmediato que es una máscara”, señalaron.
La Policía Nacional en España desmanteló este año una organización criminal que empleaba máscaras hiperrealistas adquiridas en AliExpress por más de 2.000 euros, una táctica que dificultaba su identificación.

Las máscaras están elaboradas en silicona, usan cabellos reales y se moldean a gusto de los clientes. Los precios oscilan entre los 1.000 y 2.500 euros, por lo que hay diferentes gamas y todas se comercializan por internet, ya que se fabrican desde Albania.
Los capturados pertenecían a una banda compuesta por ocho hombres españoles con antecedentes y operaban desde una finca a las afueras de Madrid, donde ocultaban armas, placas de matrícula vírgenes y herramientas avanzadas como inhibidores de frecuencia y oxicortes
Este grupo ejecutó robos de alto perfil, como el hurto de 2.000 pares de zapatillas de una marca de lujo en Humanes (Madrid), valoradas hasta en 1.500 euros por par, y el saqueo de una nave industrial en Valencia, donde sustrajeron productos alimenticios y cosméticos estimados en 23.000 euros. Todo esto lo lograron ocultándose bajo las máscaras compradas por internet.