Celebraciones caseras, bailes sonideros, antros abiertos sin cuidar aforo permitido, y un desbordamiento de visitantes en el centro histórico, fue el sello de este fin de semana en la capital del Estado de Puebla
Y para cerrar con broche de oro, decenas de personas “pidiéndo calaverita”, en la Avenida Juárez la noche, de este 1 de noviembre.
Pese a que la ciudad de Puebla se encuentra en semáforo naranja, por contagios de Covid-19, supo apreciar a niños sin cobre bocas participar en actividades como bailes populares, fiestas familiares, paseos en algunos puntos de la capital
En la zona conurbada, municipios como San Pedro Cholula, permitieron el ingreso a panteones de cientos de familias, que tampoco respetaron el decálogo emitido por el gobierno del Estado de Puebla.
El relajamiento social se pudo apreciar en cualquier ámbito de la vida cotidiana de los poblanos