El poder y la impunidad que gozó Genaro García Luna al ser el hombre más cercano al ex presidente Felipe Calderón, lo llevó no sólo a brindarle protección al Cártel de Sinaloa y a Joaquín “El Chapo” Guzmán a cambio de millones de dólares, sino a encabezar junto a su círculo más cercano en la policía, un “cártel” que lo mismo traficaba drogas, que cometía delitos de alto impacto.
De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo” (hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, considerado como el actual líder del Cártel de Sinaloa), le reveló la forma en la que operaba la Policía Federal, que dependía de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular era García Luna.
Según lo relatado por “El Vicentillo” y que quedó plasmado en el libro “El Traidor”, Genaro García Luna convirtió a muchos de los policías federales en gatilleros al servicio de “El Mayo” y “El Chapo”. Pero también comenzaron a comprarle droga, por lo que los uniformados se convirtieron en traficantes e incluso secuestradores.
Las acusaciones señalaban al equipo más cercano del llamado “Súper Policía”: Luis Cárdenas Palomino, quien fue titular de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF); Facundo Rosas ex comisionado de la PF; Armando Espinosa de Benito, ex jefe de la División de Investigación de la Policía Federal; así como Ramón Pequeño García, ex jefe de Inteligencia de la misma corporación.