Esthela Yessenia Torres Rodríguez, enfermera del sector público, falleció el pasado 26 de julio como consecuencia de la enfermedad COVID-19. Al día siguiente, cuando su familia asistió al hospital para reclamar el cuerpo, se encontró con la noticia de que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en Zacatecas, lo había extraviado.
La familia de Yessenia denunció que el instituto cometió una equivocación en la entrega de cuerpos y que intentó incluso entregarles las cenizas de una persona sin identificar, mismas que rechazaron dada la incapacidad de determinar que pertenezcan a Yessenia.
Aparentemente, los cuerpos habrían sido intercambiados por la institución y entregados a familias diferentes. La familia del fallecido que inicialmente iba a ser entregado al pariente de Yessenia sí pudo identificar y recuperar a su muerto, sin embargo, para los deudos de la enfermera no quedó claro a quién habían sido entregados sus restos. Ninguno de los cuerpos presentes en el hospital correspondía a ella.