Miles de manifestantes se congregaron este miércoles en las calles de Hong Kong para protestar contra la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad nacional que China aprobó para el territorio.
La Policía emitió varios comunicados recordando que la marcha no estaba autorizada y los equipos antidisturbios también lanzaron botes de gas lacrimógeno. Un camión de la policía lanzó chorros de agua que estaba mezclada con una solución de pimienta irritante, impactando en varias oportunidades a manifestantes y periodistas en Causeway Bay, un barrio muy comercial de la ciudad.
La nueva ley establece penas de hasta cadena perpetua para supuestos de “secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos del régimen comunista), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional”.
Asimismo, cualquier persona condenada por alguno de los supuestos de la ley no podrá presentarse como candidato a las elecciones del Consejo Legislativo hongkonés. Los próximos comicios para elegir a los miembros de este organismo están previstos para septiembre.